El consumo aparente en España, aunque podemos afirmar que se encuentra “estabilizado” en el entorno de los 9,5 a 9,6 millones de hectolitros, sigue mostrando en su comparación estadística unos descensos preocupantes y que obligan a una reflexión. Así, con los datos interanuales de abril de 2023, éste se sitúa en 9.534.250 hectolitros, con una “hemorragia” de un volumen considerable: 1.036.122 hectolitros menos que en el dato TAM a abril de 2022. En términos porcentuales, la merma es de un 9,8%, según los datos del boletín de mercado de la Interprofesional (OIVE).
Sea como fuere, los 9,5 Mhl del TAM de abril 2023 quedan lejos del mínimo histórico de la serie reciente, cuando en el TAM de febrero de 2021 se registraron 8,8 Mhl. Y, para ser objetivos, también están muy alejados (casi 1,6 Mhl de distancia), del mejor dato de la serie histórica reciente, alcanzado en febrero de 2020, cuando se alcanzó el récord en términos de consumo interno, superando incluso los 11 millones de hectolitros de consumo aparente (11,09 Mhl).
En términos de consumo per cápita, la pérdida de consumo se agudiza y llega a un -10,3%, dejándolo en una cifra estimada de 20,02 litros por habitante. -2,31 litros de vino por persona en este periodo. O lo que es lo mismo, en 12 meses, cada español ha dejado de consumir tres botellas de vino.
Existencias:
Los movimientos de mercado han hecho que, a 30 de abril, el stock vitivinícola en nuestro país se situaba en casi 47,46 Mhl, de los que 43,74 millones eran de vino y casi 3,72 millones de mosto sin concentrar, junto con otros 274.249 hl de otros derivados del mosto, con lo que las existencias acabaron en prácticamente 47,73 millones de hectolitros.