Con el inicio de las tareas de una, por lo general, adelantada campaña de vendimia 2022,
llegan las primeras estimaciones y previsiones de producción, marcadas por la situación de
sequía, prácticamente generalizada, y la incertidumbre que pudieran ocasionar sobre los
resultados finales (en uno u otro sentido) acontecimientos meteorológicos.
En España, las altas temperaturas registradas en los últimos meses y la escasez de
precipitaciones condicionan la campaña vitivinícola 2022/2023 que hace unas semanas se ha
iniciado en España, con la recogida de las variedades tempranas y, aunque no se generalizará
hasta el próximo mes de septiembre, las previsiones apuntan a una producción que, a nivel
nacional, situaría la cosecha en 36-36,5 millones de hectolitros de vino y mosto, según las
estimaciones de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, lo que supondría entre
un 9 y un 10% menos de volumen.
En Italia, desde mediados de agosto, algunas zonas se encuentran ya con labores en una
vendimia adelantada y condicionada por la extrema sequía que ha caracterizado la añada.
Según ha informado la organización agraria Confagricoltura, sus sondeos coinciden en que la
vendimia 2022 comportará un descenso generalizado en sus volúmenes de, al menos, un 10%,
que será más acentuado allí donde se han registrado granizadas.
Por su parte, en Francia, la primera estimación oficial de producción vitivinícola efectuada por
Agreste deja la horquilla de elaboración de entre 42,6 millones de hectolitros (en su extremo
inferior) y los 45,6 Mhl que marcan su extremo superior. De cumplirse con este primer
pronóstico de Agreste, Francia obtendría una producción superior a la (débil a causa de las
heladas primaverales) vendimia de 2021 (del 13 al 21% más abundante), pero que debería
rondar cifras similares o ligeramente superiores a la media quinquenal reciente (situada en
42,67 Mhl según esta fuente estadística).
También Portugal debería ver mermada su vendimia (con una previsión de un 9% de caída en
sus volúmenes vitivinícolas), hasta rondar los 6,7 Mhl. En Alemania, aún sin cifras prospectivas,
el Instituto Alemán del Vino (DWI), la sequía hace que las bayas sigan siendo relativamente
pequeñas. Si la falta de agua es extrema, puede haber problemas de maduración. En lo relativo
al volumen final de vendimia en Alemania, las cantidades de cosecha previstas dependerán, en
gran medida de las precipitaciones de las próximas semanas.
Fuera de la UE, en EE.UU. la merma podría ser inferior y las primeras estimaciones oficiales
apuntan a caídas de tan solo el 2,5% en la vendimia 2022 de uva dedicada a vinificación.